La NBA estadounidense, que reanudará la actividad el próximo 31 de julio en las instalaciones de Disney, en Orlando, decidió que no hará pruebas a los jugadores para detectar drogas denominadas “recreativas” como la marihuana, aunque si continuará con los controles antidoping para las sustancias que mejoran el rendimiento cuando se inicie la competencia. Así se lee en la nota publicada por Página12.
La noticia, anticipada por la revista The Athletic y producto del acuerdo entre las autoridades de la liga y el sindicato de jugadores, llega en forma de alivio para una gran cantidad de basquetbolistas que siempre se han mostrado a favor de la legalización del consumo y podrían haber quedado atrapados entre los controles y la incertidumbre en el calendario de regreso del torneo.
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